31 de marzo de 2019, la Iglesia celebramos el Día del Señor, en el IV Domingo de Cuaresma: El padre espera y el hijo llega.
La parábola
del Hijo Pródigo tiene un reflejo claro en el mundo de hoy. Hay, en estos
tiempos, muchos jóvenes que malgastan su vida emulando también la peripecia del
muchacho que protagoniza la parábola de Jesús. Pero la referencia certera de
hoy es que todos estamos reflejados en la parábola. Sería una injusticia creer
que solo los jóvenes son culpables. Es verdad, por supuesto, que se han hecho
muchas interpretaciones de los otros protagonistas. La bellísima parábola del
Hijo Prodigo se contiene en el Evangelio de Lucas de hoy.
El Domingo
de la Alegría: Domingo “laetare”. Domingo de la alegría en medio de la
Cuaresma. El origen de este mensaje de alegría no es otra cosa que el contenido
de la monición de entrada de la eucaristía del Cuarto Domingo de
Cuaresma: “Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis,
alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis luto; mamaréis a sus pechos
y os saciaréis de sus consuelos”. En su inicio en la versión latina
dice: “Laetare Jerusalem”. Pausa de alegría manifiesta en esta
cuaresma.
Aviso parroquial:
- Se pueden reservar las plazas para la peregrinación a Fátima del 14 al 16 a junio.
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