7 de abril de 2024, en este segundo
domingo de Pascua, los ecos de la Resurrección del Señor resuenan todavía en
nuestros corazones. El Señor ha resucitado, está entre nosotros y nos regala el
don de una Vida Nueva. Jesús es el Señor. Y nosotros debemos comunicarlo con
audacia y valentía.
Ser testigos de la Vida nos obliga también a una renovación de nuestro testimonio comunitario, para transmitir que la fe, la esperanza y la caridad conforman ejes fundamentales y poderosos de nuestra vida. Que nuestra generosidad en la colecta de hoy, destinada a la labor de Cáritas Parroquial, sea un signo de ello.