Los
cadáveres de San Pedro y San Pablo estuvieron sepultados juntos por unas
décadas, después se les devolvieron a sus sepulturas originales. En 1915 se
encontraron estas tumbas y, pintadas en los muros de los sepulcros, expresiones
piadosas que ponían de manifiesto la devoción por San Pedro y San Pablo desde
los inicios de la vida cristiana. Se cree que en ese lugar se llevaban a cabo
las reuniones de los cristianos primitivos. Esta fiesta doble de San Pedro y
San Pablo ha sido conmemorada el 29 de junio desde entonces.
El sentido de tener una fiesta es recordar lo que estos dos grandes santos hicieron, aprender de su ejemplo y pedirles en este día especialmente su intercesión por nosotros (fuente: catholic.net).
El sentido de tener una fiesta es recordar lo que estos dos grandes santos hicieron, aprender de su ejemplo y pedirles en este día especialmente su intercesión por nosotros (fuente: catholic.net).
La
celebración eucarística de este viernes, 29 de junio de 2018, será en nuestro
templo parroquial, a las 20:00 h.
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