La
parábola de los Talentos, que nos narra Mateo, es impresionante. Al Señor no le
gusta el conservadurismo, ni la gente reservona, quiere que todos ganemos mucho
más de lo que se nos ha dado para que podamos ayudar a los hermanos. Este
relato tiene mucho de final y de finalista. Estamos llegando al Adviento, solo
nos falta un domingo para ello: el próximo. Cambiaremos de Año Litúrgico, del
Ciclo A al B… Nos abrimos a un tiempo nuevo y de conversión enmarcado en la
próxima llegada de nuestro Dios, como Niño a Belén.
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